Cuando era chico, con mi hermano bromeábamos sobre que jugadores de futbol emblemas de sus equipos nunca cambiarían de equipo. Shevchenko, Beckham, Viera, Henry, eran algunos de esos nombres. Estos, por diferentes causas, cambiaron su camiseta en los últimos tiempos y ya no creíamos en la lealtad con un equipo, con una ciudad.
Sin embargo, todavía queda un jugador que hace más de quince años se levanta en la misma ciudad, se viste con la misma camiseta y va al mismo lugar a entrenar. Su nombre es Raúl González Bianco, jugador del Real Madrid de España. Raúl es un feroz delantero que a lo largo de su carrera deportiva ha pasado por todos los puestos y por todas las situaciones existentes. Ha soportado esto gracias a su amor por la camiseta blanca y la ciudad que lo tomo como hijo propio. Imaginarse a Raúl con otra camiseta que en el pecho no este el escudo del Real, haría que pensara seriamente en dejar de creer en valores tales como la lealtad y el compromiso.
Como el equipo merengue tiene una política de traer estrellas mundiales cada año, las posibilidades de jugar de Raúl disminuyen cada día, pero él responde con muy buenas actuaciones y muchos goles. Es por eso que ha “sobrevivido” todos estos años con enormes estrellas en la plantilla y numerosos entrenadores que solo lo conocían por ESPN.
Esta fue una breve y humilde presentación de, para mi, el mejor jugador en actividad, más allá de su técnica por sus valores sanos. El hecho puntal que quiero comentar es que el pasado fin de semana, el susodicho, ha metido un gol de tiro libre. Pensaran, con bastante razón, que estoy loco. Comenta un gol de los quien sabe cuantos tiene Raúl a lo largo de su extensa y rica vida deportiva que aun no termina. La novedad es que ese gol de tiro libre es el primero que mete en esa condición. Algo extraño para un jugador que es capitán de unos de los equipos más grandes del mundo hace más de quince años. Ocurre así porque siempre había algún pateador de tiros libres mejor que el. Figo, Zidane, Beckham, Roberto Carlos son solo algunos de los magníficos nombres que han pasado por el Real. Ese fin de semana, parece que se animo y bien que lo hizo.
El gol poca importancia tenía para el partido ya que esta liquidado pero, supongo, que para él, es un hecho único en su vida. Desde este humilde lugar, felicitamos a Raúl y esperamos que siga así y se retire en el Madrid.