La Comisión Europea presentó el martes una nueva propuesta para reducir los costos del uso de telefonía móvil en el extranjero, en particular en el precio de los mensajes de texto y la facturación por segundo de las llamadas telefónicas.
"Utilizar su teléfono portátil en otro país de la Unión Europea no debería, sin razón válida, costar más caro que en nuestro propio país", dijo la comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, al presentar su iniciativa.
La principal propuesta de Reding es limitar a 11 céntimos de euro el precio de un mensaje de texto enviado desde el extranjero. Anualmente se envían en la Unión Europea (UE) desde el extranjero unos 2.500 millones de mensajes de texto a un costo medio de 0,29 euros por mensaje. Según Reding, ese precio "es diez veces superior al facturado para los mensajes transmitidos en la red nacional" y "genera un 97% de ganancias para el operador".
"Son 37 millones de turistas y 110 millones de viajes de negocios que esperan la promesa de que un mercado único sin fronteras tenga por fin incidencias positivas en su factura de teléfono", explicó. En su propuesta, Reding incluye además la reducción progresiva de las tarifas para las llamadas telefónicas hasta 2012, en lugar de 2010, como estaba previsto de forma inicial. En ese sentido, el 1 de julio de 2012 las tarifas máximas serán de 34 céntimos de euro el minuto (sin IVA) para una llamada emitida y 10 céntimos de euro para una recibida. Actualmente, esas tarifas son de 46 y 22 céntimos para llamada efectuada y recibida, respectivamente, según lo establecido por la propia Comisión Europea el año pasado.
Bruselas también quiere volver obligatoria la facturación por segundo de la duración de las comunicaciones, a partir del primer segundo para las llamadas recibidas y el trigésimo primer segundo para las llamadas emitidas, para evitar a los operadores inflar sus facturas a partir del redondeo.
En el texto, que aún debe ser sometido a los 27 Estados miembros y a los eurodiputados, la Comisión Europea impulsa además una reducción del uso de internet en el extranjero a través del teléfono móvil, el IPhone o un ordenador portátil. "Esto no será el final del caso", advirtió de todos modos Reding, precisando que la Comisión revisará la situación del sector en 2011.
Desde hace más de un año Viviane Reding se ha convertido en la bestia negra de los operadores de telefonía. En efecto, tras ocuparse una primera vez de los costos del uso de la telefonía móvil desde el extranjero, Reding lanzó en junio pasado una nueva ofensiva para recortar los gastos conocidos como de "terminación de llamada", facturados por el operador de la persona que recibe la comunicación al operador de quien efectúa la llamada cuando no tienen la misma compañía.
Actualmente, las tarifas de terminación móvil en la UE van de 0,02 euros por minuto en Chipre a 0,18 en Bulgaria, con una media europea de 0,09 euros por minuto. Según la Comisión Europea, esta precio es nueve veces más elevado que la tarifa de terminación hacia un número fijo y muy superior a los costos reales de los operadores.
