Quickribbon El Oraculo Del Beno: Año nuevo, hora nueva (cuac)
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Año nuevo, hora nueva (cuac)

Ya se que es un poco tarde para este post pero no he tenido tiempo para escribirlo y había otros más urgentes como el de cierre de año o mis vacaciones. Al fin le ha llegado el turno a este post que hablara no sobre las cuestiones políticas de este cambio sino de mis impresiones.

Cabe recordar que me encontraba en Buenos Aires cuando se implemento esta medida para frenar la inexistente crisis energética que vivimos. Esta disposición tuvo en mi una gran aceptación porque significa que la presidenta esta activa en su rol y además esta informada sobre las preocupaciones de su gente. Cuando alguien toma un nuevo cargo, ya sea por sucesión o renuncia del anterior, los cambios, y sobre todos los buenos, tienen que acompañar su gestión así se diferencia claramente del predecesor. Un ejemplo es la contratación del “Cholo” Simeone a River. Lo primero que hizo el flamante técnico fue cambiar el capitán del primer equipo. Es un cambio menor, quizás sin sentido, pero ya logro una diferencia con Passarella.

Volviendo al tema de la hora nueva, que es solo una de las otras medidas que ha tomado el gobierno para frenar la demanda energética, la gente deberá acostumbrarse al nuevo horario. Me parece ridículo que los comerciantes ahora cierren sus negocios una hora después. Lo que intenta hacer esta disposición es aprovechar la luz del sol para realizar nuestra vida. Por ejemplo, si antes cerraba a las nueve, ahora lo hace a las diez con la luz solar de las nueve. No se produce ningún cambio porque se esta continuando como si nada hubiese cambiado. La falta de información tiene una gran responsabilidad en todo este asunto. Debió salir un boletín especial explicando el cambio, sus causas y consecuencias. Además debería regularizarse el horario de los comercios e industrias.

Como no tengo un negocio ni trabajo en uno no seguiré escribiendo sobre este tema pero si lo hare de cosas más frívolas como la tele o el sueño. Los primero días, los más importantes, como buen televidente sufrí intensamente. Más en los canales programados del cable. No sabía a que hora iban a pasar mis series favoritas: si a la hora actual o a la “vieja”. Lo mismo pasaba con las películas. En la guía decía una determinada hora pero no se sabía si los canales habían actualizado sus relojes. Una película de las diez de la noche (actual) podría ser emitida a las nueve (actual) o la hora que lo indicaba la guía. Algo parecido me ocurría con el sueño. No tenia la más pálida idea si había dormido mucho porque me levantaba a la una de la tarde pero en realidad eran las doce. Para el tiempo actual la una es tarde pero si el reloj estaña adelantado significaba que me había levantado a las doce. Una gran confusión, incluso a la hora de dormirse. Me acostaba a las dos (era tarde) pero en realidad era la una (normal).

Me quedaron dos cosas claras. La primera que lo único que se puede hacer frente a los cambios es adaptarse lo más rápido posible para no sufrir. Lo otro es que como no tengo nada que hacer me preocupe mucho por una simple cosa y de ahí mi confusión para explicarles mis sensaciones.

 
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