Hace poco me entere que el equipo de fútbol español Real Madrid ha decidido hacer un contrato de por vida a dos jugadores. Uno es el arquero. El que siempre esta a pesar de que cada año desfilan las estrellas del fútbol mundial por ese club. Responde sin quejarse. Un verdadero emblema del club merenque. Vio la titularidad en la Champion League del 2001 y de ahí en adelante nunca salio del 11 titular. Siempre con la misma destreza y confianza. Si el primero era un emblema el segundo es un sinónimo. Siempre estuvo en el club desde chico. Al Atletico no le gustaba como jugaba y cruzo la vereda madrileña. Nunca paso por otro club y nunca tuvo en mente cambiarse la camiseta. Goleador y asistidor. Se trata del ángel blanco Raul. Paso por todas las posiciones menos la de arquero. Siempre con goles y muy buenas actuaciones. Resistió la embestida de las mejores estrellas del fútbol mundial. Se acomodo a la situación y siguió adelante. A pesar de no ser tan joven como el arquero siempre esta vigente con sus goles de gran calidad.
Estos son algunos argumentos que seguramente habrá pensado la dirigencia blanca para disponer de por vida de sus dos emblemas. Cuando se retiren seguirán vinculados con el club de sus amores. El Real ha demostrado que cuando tiene que reconocer a sus ídolos lo hace y de la mejor forma posible. Relacionarlos con el club de por vida es un privilegio de muy pocos. Confiabilidad, honestidad, trayectoria impecable, respeto y amor al club son los mínimos requerimientos para entrar al selecto grupos de idolos eternos de una institución tan grande como el segundo club de mis amores.
Por nuestras pampa creo encontrar tres o cuatro ejemplos. Todos extrañamente de un mismo club. JRR, Battaglia, Ibarra y el eterno y siempre vigente Palermo. Son jugadores boquenses que han vestido la azul y oro por más de 10 años y han cosechado todos los campeonatos y copas disponibles. Es un claro ejemplo de la superioridad institucional que mantiene con River. Los jugadores deben merecer este premio por su amplia y exitosa trayectoria. Guillermo Barros Schelotto si algun dia vuelve al equipo boquense tambien es un candidato perfecto.
Estos son algunos argumentos que seguramente habrá pensado la dirigencia blanca para disponer de por vida de sus dos emblemas. Cuando se retiren seguirán vinculados con el club de sus amores. El Real ha demostrado que cuando tiene que reconocer a sus ídolos lo hace y de la mejor forma posible. Relacionarlos con el club de por vida es un privilegio de muy pocos. Confiabilidad, honestidad, trayectoria impecable, respeto y amor al club son los mínimos requerimientos para entrar al selecto grupos de idolos eternos de una institución tan grande como el segundo club de mis amores.
Por nuestras pampa creo encontrar tres o cuatro ejemplos. Todos extrañamente de un mismo club. JRR, Battaglia, Ibarra y el eterno y siempre vigente Palermo. Son jugadores boquenses que han vestido la azul y oro por más de 10 años y han cosechado todos los campeonatos y copas disponibles. Es un claro ejemplo de la superioridad institucional que mantiene con River. Los jugadores deben merecer este premio por su amplia y exitosa trayectoria. Guillermo Barros Schelotto si algun dia vuelve al equipo boquense tambien es un candidato perfecto.
