Llega un poco tarde este post pero segun el dicho más vale tarde que nunca. Como toda persona que viva en Argentina y lea aunque sea los titulares de los diarios se habrá dado cuenta que el sábado pasado se ha jugado un nuevo superclasico. Para los que no saben lo que es un superclásico los invito a leer cualquier otro post mio.
Este particular partido que se juega 4 veces al año tuvo algún condimento más si es que se le puede agregar. Boca le habia ganado claramente a River y demostró que lo viejo es más confiable que lo nuevo. River este verano con la llegada de un nuevo DT estreno un nuevo sistema táctico. Gano algunos partidos pero perdio el más importante. Este ultimo tenia sed de revancha. Si todo esto fuera poco, los dos técnicos apostaron por los mejores jugadores disponibles. Faltaban algunos por lesión o por convocatoria. Riquelme y Agusto Fernandez eran algunos casos.
El partido lo vi rodeado de hinchas millonarios. Mi hermano, el esposo de mi madre, su hija y su novio. Como estaba algo aburrido porque nada tenia que hacer, decidi ser hincha boquense por 90 minutos. Todo el tiempo pronosticando un gol de Palermo estuve hasta que la "supremacía" de River se hizo evidente.
Simeone fue inteligente y no se esposo con un sistema. Seguramente leyo mi blog y entendió que contra Boca no se puede jugar con tres en el fondo. Entro Ferrari y salio el ex-jugador del Ajax.
El partido lo comenzo ganando "mi" equipo con un gol de cabeza. Antes del gol, el area chica de River fue bombardeada con pelotazos preciso solo comparable son el hostigamiento sufrido por Londres por parte de la Alemania Nazi. Luego llego el contragolpe gallina y tres goles metio. Siguiendo la comparación con la II Guerra Mundial, creo que habría preferido estar junto con Hitler en el bunker que en mi casa rodeado de gente que me quería asesinar. Para entender sus emociones habría que decir que cada minuto que pasaba yo seguía pronosticando un gol de Boca, especialmente del centro delantero.
Al empezar el segundo tiempo decidi usar menos palabras y en momentos que mi integridad no sufriere daños. Gracias al penal cometido por un "defensor" gallina, mi pronostico se vio confirmado. Gol de Palermo. El resto de partido fue claramente para el equipo con oro en el pecho. Ahora podía criticar y estar acertado al mismo tiempo. Boca a pesar de haberlo intentado todo el tiempo restante no consiguió dar vuelta la historia.
Los hinchas se retiraban de mi casa lentamente. Ahora no con alegría sino con sufrimiento porque el encuentro termino con todos los jugadores de River colgados del travesaño de Carrizo y los de Boca tirando centros a la olla y disparos desde el área de 18 mts.
Este particular partido que se juega 4 veces al año tuvo algún condimento más si es que se le puede agregar. Boca le habia ganado claramente a River y demostró que lo viejo es más confiable que lo nuevo. River este verano con la llegada de un nuevo DT estreno un nuevo sistema táctico. Gano algunos partidos pero perdio el más importante. Este ultimo tenia sed de revancha. Si todo esto fuera poco, los dos técnicos apostaron por los mejores jugadores disponibles. Faltaban algunos por lesión o por convocatoria. Riquelme y Agusto Fernandez eran algunos casos.
El partido lo vi rodeado de hinchas millonarios. Mi hermano, el esposo de mi madre, su hija y su novio. Como estaba algo aburrido porque nada tenia que hacer, decidi ser hincha boquense por 90 minutos. Todo el tiempo pronosticando un gol de Palermo estuve hasta que la "supremacía" de River se hizo evidente.
Simeone fue inteligente y no se esposo con un sistema. Seguramente leyo mi blog y entendió que contra Boca no se puede jugar con tres en el fondo. Entro Ferrari y salio el ex-jugador del Ajax.
El partido lo comenzo ganando "mi" equipo con un gol de cabeza. Antes del gol, el area chica de River fue bombardeada con pelotazos preciso solo comparable son el hostigamiento sufrido por Londres por parte de la Alemania Nazi. Luego llego el contragolpe gallina y tres goles metio. Siguiendo la comparación con la II Guerra Mundial, creo que habría preferido estar junto con Hitler en el bunker que en mi casa rodeado de gente que me quería asesinar. Para entender sus emociones habría que decir que cada minuto que pasaba yo seguía pronosticando un gol de Boca, especialmente del centro delantero.
Al empezar el segundo tiempo decidi usar menos palabras y en momentos que mi integridad no sufriere daños. Gracias al penal cometido por un "defensor" gallina, mi pronostico se vio confirmado. Gol de Palermo. El resto de partido fue claramente para el equipo con oro en el pecho. Ahora podía criticar y estar acertado al mismo tiempo. Boca a pesar de haberlo intentado todo el tiempo restante no consiguió dar vuelta la historia.
Los hinchas se retiraban de mi casa lentamente. Ahora no con alegría sino con sufrimiento porque el encuentro termino con todos los jugadores de River colgados del travesaño de Carrizo y los de Boca tirando centros a la olla y disparos desde el área de 18 mts.