Ayer a la noche mientras estaba descargando camiones de mercadería para abrir un nuevo supermercado donde trabajo, Boca Juniors jugaba su pasaje a octavos de final de la Copa Libertadores de América.
Había mucha especulación con el resultado de ese partido porque tenia que meter 5 tantos para clasificar directamente. Pero si tenia que esperar el resultado de Colo Colo - Atlas, los argentinos tenían que hacer menos o más goles. Boca confiaba en hacer esos benditos cinco goles pero le apostaban a los mexicanos porque una victoria o un empate de ellos hacia que los xenexies clasificaran con uno o tres goles de diferencia.
El partido era especial porque Riquelme volvía después de una lesión (había jugado a media máquina el fin de semana) y la 12 (la hincha de Boca) tenia que empujar al equipo hacia esa bendita diferencia. Los hinchas boquenses tenían un oído y medio del otro lado de la cordillera. Colo Colo empezó ganando su partido a los 5 minutos y Boca tenia que acelerar su juego. Pero los goles llegaron a Buenos Aires y gracias a Paleta (se fue lesionado a los 15'), Datolo (gran presente) y uno de los mejores jugadores del mundo (JRR) y la situación mejoro. Hasta este punto los argentinos necesitaban por lo menos dos goles más para unirse a los otros 3 equipos argento (River, Estudiantes, Lanús) en la siguiente ronda de la Copa San... Libertadores. Pero llego el tan ansiado empate de los mexicanos dirigidos por un ex-gran jugador de Boca y ex-no tan buen técnico de los azul y oro ( Miguel Brindisi). Ahora si Boca pasaba de ronda y todos eran felices menos los chilenos que se quedaron afuera y sin técnico porque el Bichi Borgui se fue a Independiente de Avellaneda.
Ahora es el momento de ver los cruces de octavos y aguardar de que no se crucen equipos argentinos ni que mis compatriotas se enfrenten a los temibles brasileños.