Como anunció en junio de 2006, Bill Gates seguirá siendo presidente no ejecutivo del consejo de administración, pero dedicará su tiempo a su fundación humanitaria. Dejará totalmente las riendas de Microsoft a su fiel amigo Steve Ballmer, a quien conoce desde sus tiempos de Harvard, y que desde 2000 dirige al grupo como presidente ejecutivo.
Pero el retiro de Bill Gates ocurre en un momento delicado para el gigante estadounidense, cuyo modelo económico, los programas informáticos pagos, se muestra vulnerable. El grupo acaba de perder la oportunidad de comprar Yahoo!, número dos del mundo en materia de publicidad en Internet y debe encontrar otras vías para desarrollarse en ese sector.
Una diversificación decisiva, ya que el futuro es incierto para sus dos principales fuentes de ingresos: el sistema operativo Windows, que hace funcionar a más del 90% de los ordenadores del mundo, y los programas Office (Word, Excel, Powepoint). Esos productos le suponen la casi totalidad de su beneficio operacional.
Para Windows, la última versión, Vista, a la venta desde fines de 2006, suscitó una avalancha de críticas y sólo progresa lentamente: Microsoft apenas vendió 150 millones de licencias, ya que muchas empresas prefirieron conservar el XP, la versión precedente. No solamente las novedades no han convencido, sino que Vista se reveló incompatible con muchos programas y periféricos.
Microsoft debió incluso aceptar temporariamente seguir suministrando Windows XP, pero dejará de hacerlo el 30 de junio. Simultáneamente, las ventas de computadores MacIntosh de Apple, único fabricante de microordenadores que no utilizan los programas de Microsoft, aumentaron verticalmente desde hace un año, y su parte del mercado mundial subió a más de 5%. Los MacIntosh funcionan con un sistema operativo de Apple.
El otro pilar de los ingresos del grupo, sus programas de Office, sufren cada vez más la competencia de productos gratuitos, como los programas en línea de Google o los gratuitos Star Office y Open Office.
A ellos se acaba de agregar el software libre de su competidor IBM, Lotus Symphony. IBM afirma que una empresa de 20.000 asalariados ahorraría 8 millones de dólares anuales de licencias pagadas a Microsoft si se inclinara por Lotus Symphony.
Steve Ballmer se encuentra, pues, bajo presión, y más aun desde hace unos tres meses, con el folletín de Yahoo! Numerosos analistas opinan que debió haber subido su oferta para ganar el caso antes de renunciar. Microsoft propuso inicialmente a Yahoo! en febrero 31 dólares por acción (alrededor de 44.000 millones de dólares), luego subió su oferta a 33 dólares por acción (47.000 millones), pero se negó a llegar a los 37 dólares (es decir entre 2.000 y 4.000 millones suplementarios) reclamados por los directivos de Yahoo!
Microsoft sufrió una nueva humilllación la semana pasada, cuando Yahoo! anunció una amplia asociación con el líder mundial de la publicidad en línea, Google, y puso fin a las negociaciones con Microsoft, negándose a considerar la oferta de Steve Ballmer de comprar únicamente el motor de búsqueda de Yahoo!.
Microsoft intenta ahora otros medios para fortalecerse en Internet, donde tiene menos del 3% del mercado mundial de búsquedas, contra más de 60% de Google. Es difícil imaginar cómo, sobre todo cuando Ballmer declaró el viernes que no era cuestión de realizar otra gran adquisición.
Via La Nacion
Pero el retiro de Bill Gates ocurre en un momento delicado para el gigante estadounidense, cuyo modelo económico, los programas informáticos pagos, se muestra vulnerable. El grupo acaba de perder la oportunidad de comprar Yahoo!, número dos del mundo en materia de publicidad en Internet y debe encontrar otras vías para desarrollarse en ese sector.
Una diversificación decisiva, ya que el futuro es incierto para sus dos principales fuentes de ingresos: el sistema operativo Windows, que hace funcionar a más del 90% de los ordenadores del mundo, y los programas Office (Word, Excel, Powepoint). Esos productos le suponen la casi totalidad de su beneficio operacional.
Para Windows, la última versión, Vista, a la venta desde fines de 2006, suscitó una avalancha de críticas y sólo progresa lentamente: Microsoft apenas vendió 150 millones de licencias, ya que muchas empresas prefirieron conservar el XP, la versión precedente. No solamente las novedades no han convencido, sino que Vista se reveló incompatible con muchos programas y periféricos.
Microsoft debió incluso aceptar temporariamente seguir suministrando Windows XP, pero dejará de hacerlo el 30 de junio. Simultáneamente, las ventas de computadores MacIntosh de Apple, único fabricante de microordenadores que no utilizan los programas de Microsoft, aumentaron verticalmente desde hace un año, y su parte del mercado mundial subió a más de 5%. Los MacIntosh funcionan con un sistema operativo de Apple.
El otro pilar de los ingresos del grupo, sus programas de Office, sufren cada vez más la competencia de productos gratuitos, como los programas en línea de Google o los gratuitos Star Office y Open Office.
A ellos se acaba de agregar el software libre de su competidor IBM, Lotus Symphony. IBM afirma que una empresa de 20.000 asalariados ahorraría 8 millones de dólares anuales de licencias pagadas a Microsoft si se inclinara por Lotus Symphony.
Steve Ballmer se encuentra, pues, bajo presión, y más aun desde hace unos tres meses, con el folletín de Yahoo! Numerosos analistas opinan que debió haber subido su oferta para ganar el caso antes de renunciar. Microsoft propuso inicialmente a Yahoo! en febrero 31 dólares por acción (alrededor de 44.000 millones de dólares), luego subió su oferta a 33 dólares por acción (47.000 millones), pero se negó a llegar a los 37 dólares (es decir entre 2.000 y 4.000 millones suplementarios) reclamados por los directivos de Yahoo!
Microsoft sufrió una nueva humilllación la semana pasada, cuando Yahoo! anunció una amplia asociación con el líder mundial de la publicidad en línea, Google, y puso fin a las negociaciones con Microsoft, negándose a considerar la oferta de Steve Ballmer de comprar únicamente el motor de búsqueda de Yahoo!.
Microsoft intenta ahora otros medios para fortalecerse en Internet, donde tiene menos del 3% del mercado mundial de búsquedas, contra más de 60% de Google. Es difícil imaginar cómo, sobre todo cuando Ballmer declaró el viernes que no era cuestión de realizar otra gran adquisición.
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