El volcán Chaitén es un volcán chileno del tipo caldera ubicado a 10 km al NE de la ciudad de Chaitén, capital de la Provincia de Palena, en la Región de Los Lagos. Recientemente entró en erupción luego de siglos sin actividad, lo que produjo masivas evacuaciones de la población de la ciudad de Chaitén y alrededores.
Geografía
Es un pequeño volcán sin glaciares correspondiente a Pleistoceno tardío con una bóveda de lava o caldera de 3 km de diámetro originada en el Holoceno donde se encuentra un domo de lava riolítico formado hace miles de años en alguna erupción junto a dos pequeñas lagunas en el sector norte y oeste.
Antiguamente, la zona era poblada por pueblos indígenas que usaban material del domo de lava del volcán como materia prima para sus artefactos, y estos se han encontrado a lo largo de la costa del Pacífico incluso a 400 km del volcán con data de antigüedad del 5610 a.C., lo que afirma que para esa fecha estaba inactivo el volcán. El Gobierno de Chile se interesó por conocer y explorar la zona costera de Chiloé Continental a mediados del siglo XIX con la Colonización de Llanquihue, iniciada por Bernardo Philippi y Vicente Pérez Rosales en el año 1840, si bien ya existían visitas esporádicas de cortadores de alerce originarios de los archipiélagos de Calbuco y Chiloé, y fueron personas procedentes de esos mismos lugares quienes terminaron por asentarse en la provincia.
En mapas cartográficos y también por los lugareños era llamado Cerro Chaitén, siendo que el vulcanólogo Óscar González-Ferrán en su libro "Atlas de los volcanes de Chile" de 1994 afirmaba que en realidad el cerro era un volcán y lo bautizó con el nombre de la ciudad que esta cercana a 10 km. El macizo, junto con otros sectores patagónicos, ha sido de gran interés de empresas mineras pues había yacimientos de minerales como oro, cobre y plata y han causado alarma en la comunidad pues no quieren que sean explotados por la alta contaminación que esto traería.
El primer registro histórico de erupciones del volcán es la que esta ocurriendo desde el 2 de mayo del 2008. Se especula que no entraba en erupción de hace 9.000 o 10.000 años. Según el Global Volcanism Program del Instituto Smithsoniano, su última erupción fue en el 7420 a.C., con un margen de error de 75 años. Esta erupción ha sido la de mayor magnitud en Chile desde la ocasionada por el volcán Quizapú en la Región del Maule ocurrida en 1932. Existe preocupación en los expertos por la cercanía del volcán con la falla geológica Liquiñe-Ofqui, la misma que se activó con el terremoto de Aisén de 2007, pues en el volcán Puyehue que también está en la falla se registran actividades subterráneas desde hace un año, lo que ha puesto en alerta a las autoridades ante futuros acontecimientos en la zona sur de Chile.
Las consecuencias de las erupciones en mayo de 2008
Pequeños sismos en la zona
Desde la tarde del miércoles 30 de abril, en la ciudad de Chaitén se registraba una gran cantidad de sismos de baja y mediana intensidad, lo que tenia en alarma a los pobladores de la zona pues no estaban acostumbrados a estos hechos y tenían temor de que ocurriera algún sismo mayor o que alguno de los volcanes cercanos, el Corcovado ubicado al sur de la ciudad o el Michinmahuida al norte, entraran en erupción aunque en menor grado de probabilidad.
Inicio de erupción
El 2 de mayo, pasadas las 0:30 hrs (UTC-4), un gran estruendo junto con una fuerte sacudida despierta a los habitantes de Chaitén y alrededores, quienes con la oscuridad vieron y sintieron un volcán entrar en erupción, creyendo que era el volcán Michinmahuida ubicado a 35 km al NE de Chaitén, pero llegando el amanecer y al despejarse un poco la nube volcánica notaron que en realidad era el Chaitén, un volcán que se creía extinguido. La nube de ceniza tomó dirección este siendo observada en un radio de 180 km, afectando incluso localidades fronterizas de Argentina de la Provincia de Chubut como Esquel que cerraron colegios, aeropuertos y otros centros para prevenir problemas respiratorios.
Para evitar envenenamientos, se cortó el suministro de agua potable en Chaitén y comenzaron a repartirse mascarillas que libraran a la población de inhalar los gases tóxicos. El Gobierno envió naves para evacuar a los habitantes de la zona en peligro a las ciudades de Puerto Montt, Castro, Quellón y otros lugares de Chiloé a albergues y casas de familiares, así como otros que por sus propios medios se dirigieron a otras localidades cercanas como Palena, Futaleufú, Coyhaique y también a Argentina. Personal del Ejército que se encontraba en la zona trabajó despejando caminos y puentes tapados por las cenizas para usar las vías terrestres, ya que las vías aéreas a Chaitén estaban obstruidas por la ceniza que podría dañar los motores de aviones y helicópteros.
De esta forma, en la noche del 2 de mayo Chaitén parecía un pueblo "fantasma" por el traslado de la mayoría de sus habitantes a zonas seguras, quedando menos de 1.000 personas en la ciudad esperando salir al día siguiente, pues el transporte se suspendió en la noche por lo largo que son los trayectos siendo reactivados a primera hora del día siguiente tanto por naves que estaba en el muelle para trasladar personas en las primeras horas como por barcos que se dirigían a Chaitén con suministros y agua potable que se repartirán principalmente en otras localidades cercanas por lo deshabitada que estará la ciudad.
El sábado 3 de mayo siguió la evacuación de personas hacia las ciudades mencionadas quedando un numero reducido de personas junto con personal del Ejército y de Carabineros de Chile, mientras los sismos se reducían dando la impresión de retomar la calma y la lluvia que cayó limpió un poco la ceniza que cubría la zona ayudando principalmente al ganado. En esa noche, la nube volcánica brindaba un espectáculo de luces por los rayos que se producían.
El domingo 4 de mayo la zona amaneció mas despejada, y se evalúa el traslado de los habitantes de Futaleufú pues, debido a los vientos, la nube ha estado moviéndose hacia esa localidad, que ha llegado a tener una capa de 30 a 40 cm de ceniza en el suelo y al mezclarse con las lluvias se han vuelto resbaladizos los caminos, además el aumento de la concentración de gases tóxicos han obligado a cambiar las mascarillas simples que se estaban usando por otras con un diseño con filtro. Ese día se reanudó la actividad del volcán, siendo claramente visible el aumento en la emanación de humo, y ocurrieron nuevos sismos, por lo que se mantuvo la alarma y la incertidumbre sobre el comportamiento que tendrá el Chaitén. Al lugar llegó un grupo de tres expertos para medir el impacto del volcán en la contaminación en el área circundante.
Por el estado de la situación en Futaleufú, el 5 de mayo se ordena el traslado de los habitantes y al final del día se había logrado evacuar a mas de la mitad. Algunos eligieron ir a Palena, lugar donde los cielos no están tan contaminados pues la erupción ha causado menos trastornos que en las otras localidades y no tiene problemas de abastecimiento.
Evacuación total de la zona de riesgo
El 6 de mayo, cerca de las 8:45 hrs de la mañana (UTC-4), se produjo un segundo periodo de actividad eruptiva informando que los dos primeros focos de emanación que existían en el cráter se habían unido, formando uno mayor que según cálculos preliminares mediría 800 m de diámetro, aumentando la expulsión de ceniza y llegando a formar una columna de 30 km junto con material piroclástico y la presencia de lava en el cráter.Tal situación obligó a las autoridades a decretar alerta máxima en la zona, dado que el material podría abarcar un radio de 20 km, por lo que se procedió a una evacuación total de la ciudad de Chaitén. Las autoridades de la ONEMI dispusieron como nuevo centro de operaciones, tanto de autoridades como de periodistas, a la isla de Talcán, en el archipiélago chilote de las Islas Desertores, para seguir monitoreando el desarrollo de la actividad volcánica. Asimismo, arribaron a Futaleufú buses provenientes de Argentina que trasladaron a la población hacia Osorno vía San Carlos de Bariloche. A las 15:00 hrs del mismo día las autoridades ordenaron evacuar la zona a todo el personal de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, producto de una nueva y más violenta erupción. A las 17:00 hrs hizo abandono, vía marítima, casi la totalidad de personas de Chaitén quedando un grupo aproximado de 70 personas entre periodistas (en especial los funcionarios de la radio local), personal militar y civiles que no quisieron salir de Chaitén. Llegada la noche, 20 personas permanecieron en la ciudad mientras los demás se guarecieron en el buque "Aquiles" de la Armada de Chile, apostado a 15 km de la ciudad.
En Argentina, la nube volcánica además de seguir complicando a las localidades cordilleranas llegó en la tarde hasta la ciudad de Viedma, en las costas del Océano Atlántico, debiendo suspender clases y toda actividad en el sector sur de la Provincia de Río Negro. Con la aparición de vientos norte las cenizas se esparcieron por gran parte de Argentina, y los vientos llegaron a Buenos Aires, la capital argentina, al día siguiente. Por esto, varias empresas aéreas como American Airlines y United Airlines resolvieron suspender sus vuelos con escalas en la capitán argentina ya que las cenizas se encontraban suspendidas a 3.500 metros de altura.
Con el objeto de agilizar el proceso de evacuación y evitar víctimas fatales producto de la actividad volcánica, el Gobierno de Chile presidido por Michelle Bachelet interpuso ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt un recurso de protección que faculta a las fuerzas de orden y seguridad (Carabineros de Chile y Ejército de Chile) a evacuar por la fuerza a quienes se resistan a abandonar la zona de riesgo, y esto se logró el 8 de mayo pues una nueva erupción ocurrida en las primeras horas movilizó la evacuación forzosa de los últimos que quedaban en un radio de 30 km del volcán, sumando luego 20 km formando un radio de 50 km de área de seguridad, trasladándolos a un internado que sirve como albergue en la Villa Santa Lucía, ubicada a 77 km al sur de Chaitén, y cerraron los caminos a la zona de riesgo prohibiendo el paso por seguridad.
Evolución del volcán
El volcán ha mantenido su actividad desde la evacuación total. El 12 de mayo, un vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur (Ovdas) detectó un tercer cráter en la caldera del Chaitén, mientras en Argentina se suspenden vuelos hacia el sur por el nivel de ceniza presente en el ambiente.
Expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería estiman que la erupción podría durar semanas e incluso meses, provocando severos daños en el ecosistema, especialmente en las tierras agrícolas, además de una contaminación seria de las aguas naturales que implican a las potables.
Víctimas y daños
A la fecha, la única víctima relacionada con estos hechos ha sido una anciana de 92 años perteneciente al asilo de la ciudad, quien murió mientras era trasladada en uno de los transbordadores que se dirigían a Puerto Montt a causa de una enfermedad que padecía.
Pero los más perjudicados son mas de 20.000 animales que quedaron en la zona de riesgo y en sectores como Futaleufú hacia donde se dirigen las cenizas, principalmente vacunos y ovinos, y otros como aves de corral, perros y gatos que no pudieron ser trasladados y están sin alimentos ni agua limpia para beber, además de la ceniza que cae sobre ellos, siendo su bienestar una de las preocupaciones que han tenido quienes tuvieron que dejarlos abandonados.
Ha habido traslados de animales hacia la Región de Aisén y zonas fuera de peligro buscando salvarlos de la contaminación del volcán. Algunos vecinos que se han mantenido en Chaitén han intentado ayudar a los perros que vagan por las calles, pero han tenido problemas, pues se vuelven agresivos en su búsqueda de comida. Se informó el envío de veterinarios y estudiantes a la zona para analizar a estos animales a partir de una campaña iniciada por una agrupación protectora de animales de Puerto Montt, aunque se habla de que el ganado no estará apto para el consumo humano, por la contaminación de su organismo con la ceniza que han ingerido junto al pasto, agua, y el aire.
Con la herramienta legal que insistía en despoblar el área de riesgo de 50 km alrededor del volcán, grupos pro animal han insistido a las autoridades que permitan enviarlos a la zona y poder entrar a salvar la mayor cantidad de animales posibles, preferentemente perros y gatos de pobladores de la zona que han entregado a estos grupos las llaves de sus casas para que los saquen, así como ayudar en lo posible a los otros animales.
También existe preocupación por parte de pescadores de la zona, pues los materiales y las cenizas del volcán que han caído en aguas marinas del Golfo de Corcovado han contaminados diversas áreas de pesca, lo que afectará sus futuros laborales.